Hoy 4 de mayo se celebra el día de la amapola. Durante las tres primeras semanas de mayo los campos se llenan de amapolas, bueno, se deberían de llenar. No sé si os habréis fijado en vuestros paseos por el campo que el número de amapolas se ha visto reducido de manera considerable en la última década, y si no os habéis fijado en vuestros próximos paseos echad un vistazo a vuestro alrededor.
Durante las tres primeras semanas de mayo las amapolas florecen distribuyéndose por toda Europa y Asia. Son plantas nitrófilas, es decir, necesita que se regeneren los nitratos del suelo de manera continua, esto se consigue removiendo las tierras o con un aporte de nitrato por la acción del ser humano. Por ello es común encontrar amapolas en zonas por las que ha pasado el hombre. Por ello encontramos amapolas en zonas cercanas a las poblaciones y no la encontraras en zonas donde no hay acción humana intensiva como las cumbres de los pirineos. Esta flor pese a su corta floración, produce miles de semillas que se esparcen por los terrenos cercanos y que florecerán en la siguiente primavera. Las semillas de esta planta son muy resistentes y pueden aguantar entre nueve y diez años en estado latente hasta que germinen.

Fotografías Mº Sierra García 
Fotografías Mº Sierra García 
Fotografías de Mº Sierra García
Cada vez es menos frecuente encontrar flora silvestre en los campos, como son las amapolas, esto se debe a la acción conjunta de que los campos son preparados para que estas “malas hierbas” desaparezcan, y de los herbicidas que cada vez son más potentes. Y es que sí, las amapolas, los jaramagos y otras muchas flores silvestres son calificadas como malas hierbas. Esto se debe a que su época de floración coincide con la de otros vegetales que como los cereales. Las amapolas compiten con estas plantaciones, robando nutrientes, un cultivo plagado de amapolas puede causar hasta un 40% de pérdidas a los agricultores, de hecho si los agricultores quieren cobrar las ayudas de la PAC sus campos deben estar tratados de estas malas hierbas.
Una de las consecuencias del uso excesivo de los herbicidas no es que desaparezca la flora, sino que de manera conjunta desaparece la fauna que va asociada a ella, insectos, aves, pequeños reptiles, desaparece la guarida de pequeños mamíferos carnívoros. Especies animales que junto a las aves de presa y las culebras controlaban las poblaciones de roedores, de las que ahora se quejan los agricultores y que están causando unos daños mayores a los cultivos. Para acabar con estos pequeños roedores los agricultores usan venenos que se introducen en la cadena alimenticia, y que finalmente son consumidos por el ser humano.
En conclusión se empezaron usando unos insecticidas cuyo potencial de acción era bajo, pero las plantas son cada vez más resistentes a estos herbicidas, por lo que las industrias químicas trabajan en venenos más potentes, para acabar con estas malas hierbas, pero se potencia la acción de otras especies animales y vegetales más letales. De esta forma entraríamos en un círculo vicioso del que es difícil de salir Os plateo la siguiente reflexión ¿Qué es mejor aplicar un insecticida fuerte para acabar por ejemplo con las mariquitas? O que nuestros vegetales lleven pequeñas picaduras pero estén libres de venenos? Venenos que no se incorporarían en la cadena alimenticia.
Por acabar con determinadas especies estamos matando a una gran diversidad de flora y fauna, como las amapolas.
A modo de dato curioso me gustaría que supierais que la amapola se ha convertido en un símbolo de paz. En tiempo de guerra, desgraciadamente nuestros campos reciben un gran aporte de nitratos, lo que favorece el crecimiento de las amapolas. En las llamadas tierras de nadie donde se cruzaban los disparos de un bando contra otro crecían las amapolas. El crecimiento de las amapolas se convirtió en un símbolo en varios países durante la I Guerra Mundial. El 11 de noviembre los británicos rememoran dicha guerra con amapolas de papel, flor que sirve también para homenajear a los fallecidos en el conflicto bélico. Por eso se considera en muchos países que el 11 de noviembre es el día de la amapola.
Llenemos las redes sociales de abrazos
Sea como fuere, la amapola se ha convertido en una especie con muy mala fama pero a la vez muy evocadora, por simbolizar el recuerdo a los caídos en la guerra, por recordarnos a la primavera y por inspirar grandes cuadros. Además es la imagen de la marca de colonias Flower by Kenzo. Gracias a esta marca he sabido de la existencia de este día y me he animado a escribir sobre la presión que están sufriendo la flora silvestre y sobre todo las amapolas que antes llenaban nuestros campos y ahora están desapareciendo a un ritmo alarmante. Por eso os voy a hablar de la campaña que durante el día de hoy va a llevar a cabo la marca Flower by Kenzo junto a la Cruz Roja. Quieren hacer que este día el mundo sea un lugar más bello y quieren que nos abracemos más. Para unirte a esta acción solo tienes que subir a las redes sociales una fotografía donde salgas abrazándote a alguien de manera cariñosa, no se te olvide utilizar los siguientes hashtags #DiadelaAmapola2019 y #Porunmundomasbello y etiquetando a Kenzo Perfumes (@KenzoParfums), esta compañía donará 5€ al proyecto Primera Infancia de Cruz Roja Española que apoya el desarrollo en la crianza de niños de entre 0 y 6 años de familias (fundamentalmente encabezadas por mujeres) que presentan niveles de empobrecimiento, derivado de la situación de la crisis socio-económica.
Por eso hoy llenemos las redes sociales de abrazo, y recordar contar le esta iniciativa a vuestros amigos.




