De esto hace ya un tiempo, pero os quiero contar esta historia porque es un gran logro en mi carrera como ambientóloga. En el año 2019 fui finalista del concurso de ideas de Ecoinnovación. Imaginad que estamos en 2019, porque esta historia está ambientada en esa época. ¡Vamos a viajar!.
Concurso de ideas de Ecoinnovación
El pasado mes de septiembre el Colegio Profesional de Licenciados Graduados en Ciencias Ambientales y Ecoembalajes España, S.A. Ecoembes firmaron un acuerdo, para organizar un concurso de ideas, con el objetivo de fomentar el emprendimiento, la innovación relacionada con la economía circular y las mejores prácticas aplicables en todas las fases del ciclo de vida de los envases, desde su concepción hasta su reintroducción en el ciclo de vida de consumo a través de nuevos productos.
El concurso estaba dirigido a estudiantes de último año de todas las universidades andaluzas. COAMBA y ECOEMBES animaban a los estudiantes a que presentaran sus mejores ideas para fomentar el reciclaje y la reintroducción de materiales reciclados. El equipo ganador representaría a Andalucía en TheCircularLab (TCL), el primer centro de innovación sobre economía circular de Europa, que está ubicado en Logroño (La Rioja).

Requisitos
Los proyectos presentados deberían cumplir los siguientes requisitos, conseguir una mayor implicación ciudadana para mejorar las tasas de reciclado de envases, estas ideas innovadoras debían ocupar todas las fases del ciclo de vida de un envase, desde su concepción hasta su reintroducción.
Economía circular
En la antigüedad la mayoría de los envases terminan siendo residuos y acababan en el cubo de la basura. Una mala gestión de estos residuos ha hecho que estos desechos acaben en lugares que no debían como el mar, el campo, etc. Uno de los principales problemas es que estos residuos tardan muchos años en desintegrarse, convirtiéndose en un problema en la actualidad, por su potencial contaminante.
En la actualidad se busca una forma sostenible de fabricar envases, por ello se opta por la economía circular. Evitando la extracción de nuevos recursos, muchos de estos hoy en día se encuentran en cantidades muy reducidas. Por ellos se apuesta por el reciclaje y reintroducción de materiales en el ciclo de vida de un material.
Basado en este modelo de economía circular basé mi proyecto e ideé nuevas formas de aprovechar los materiales en cada uno de los procesos. En este caso mi idea no ha resultado ser la ganadora, pero lo seguiré intentando en otras ediciones o en otros concursos.
Idea ganadora
Cinco fuimos los finalistas de esta edición del año 2019. Siendo los ganadores Pablo Crespo y Martín Alba, estudiantes del grado de informática en la Universidad de Málaga.
Su idea es la instalación de contenedores con identificación de usuarios mediante app/tarjeta identificativa a través de contactless, sistema alternativo al método tradicional, con el que se pretende recompensar a los usuarios con método de equivalencias con productos de materiales reciclados procedentes de esos residuos separados por los ciudadanos (por ejemplo, el cambio de un número X de botellas de plástico u otros residuos por un recipiente de cristal reciclado) así como poner a disposición del ciudadano su registro histórico y la opción de observar su contribución de forma más tangible. El acceso a este contenedor estará, por tanto, limitando al público registrado y pretende ser una alternativa complementaria a los métodos usuales.
Una gran idea basada en el empleo de la tecnología. El futuro de la eficiencia energética y el desarrollo sostenible está en el empleo de la tecnología, para mejorar nuestro mundo. Enhorabuena, compañeros y por supuesto al resto de participantes.
Comparto con vosotros esta idea para que veáis el valor de los jóvenes andaluces y que la sociedad no está perdida. Solo hay que saber dónde buscar. Si alguno quiere conocer cuáles eran mis propuestas solo tiene que contratarme, hay mucho usurpador de ideas, de por ahí suelto. Además, os invito a seguirme en Linkedin donde sabréis más sobre mi vida profesional.