Este julio, el Tour de Francia 2025 pisa fuerte… y no solo sobre dos ruedas. Bajo el lema ‘Riding into the Future’, la carrera más emblemática del ciclismo internacional está dando pasos decididos hacia un modelo más sostenible, ambiental, social y culturalmente. A continuación, te contamos cómo y por qué.
Compromiso sostenible: del lema a la acción en el Tour de Francia 2025
Desde hace años, el Tour ha ido incorporando progresivamente principios de sostenibilidad en su organización. Uno de sus pilares clave es el programa «Riding into the Future», que alinea la carrera con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU desde 2017.
Este ambicioso plan busca reducir el impacto medioambiental del evento a través de distintas acciones:
- Uso de vehículos híbridos y eléctricos.
- Eliminación de plásticos de un solo uso, como los vasos desechables (ya retirados desde 2020).
- Instalación de puntos de recogida selectiva de residuos durante todo el recorrido.
- Promoción de la movilidad circular, impulsando el uso cotidiano de la bicicleta.
- Revisión previa de las etapas para evitar impactos en zonas protegidas como Natura 2000, minimizando ruidos, emisiones y alteraciones a la fauna.
- Respeto de las comunidades locales y de su economía.
Además, se imparten cursos de conducción eficiente a los conductores del evento y la caravana publicitaria se construye con materiales reciclados y reciclables. Incluso se han distribuido más de 100 000 bolsas para garantizar una correcta gestión de residuos entre el público.

Movistar Team: pionero en sostenibilidad
Uno de los equipos que lidera esta transformación verde es el Movistar Team, pionero en medir su huella de carbono en 2019 y comprometido con su neutralización.
En ediciones recientes han implementado acciones innovadoras como:
- Paneles solares en su cocina móvil.
- Uso de motores híbridos y botellas biodegradables.
- Equipamiento confeccionado con materiales sostenibles, que ahorra hasta un 99,5 % de agua en su fabricación.
- Un nuevo maillot blanco, altamente visible y con protección UV, que reduce su impacto ambiental.
Además, participan activamente en campañas de concienciación ambiental, reafirmando su rol como referente en sostenibilidad dentro del pelotón.
Movilidad sostenible sobre ruedas
El Tour moviliza cada año a miles de personas: ciclistas, equipos, medios y público. Para reducir las emisiones derivadas del transporte, se han adoptado medidas destacadas:
- Incorporación de flotas eléctricas e híbridas en vehículos de apoyo y logística.
- Estaciones de carga rápida a lo largo del recorrido.
- Fomento del uso de transporte público y trenes para los asistentes.
Un ejemplo de colaboración destacada es la de Continental, que equipa a motos y coches de asistencia con neumáticos ContiRoadAttack 4, elaborados con hasta un 65 % de materiales reciclados y renovables.
El Tour como escaparate verde
Más allá del ciclismo, el Tour se ha convertido en una plataforma global para visibilizar avances tecnológicos sostenibles. Los patrocinadores no solo financian, sino que aportan soluciones ecológicas e innovadoras que inspiran a otros sectores.
Ya no hablamos solo de una competición deportiva, sino de un laboratorio sobre ruedas donde se pone a prueba la sostenibilidad en tiempo real.
El Tour de France ya no es solo velocidad, montaña y gloria deportiva: es un escaparate global de sostenibilidad. Desde la movilidad hasta la logística, pasando por la gestión de residuos y la innovación en materiales, todo suma para que la carrera no solo deje huella… sino que también la compense.
¿Es perfecto? No. Aún hay camino por recorrer.
¿Es necesario? Más que nunca.
Porque el deporte también puede ser motor de cambio ecológico y social.
Y tú, ¿crees que el Tour va en la dirección correcta?
En el siguiente vídeo te cuento más detalles.