Hoy con motivo del Día del Libro os quiero recomendar una nueva lectura, este año mi recomendación va dirigida hacia el libro «El jardín en movimiento» con este libro publicado en 2012. Gilles Clement, intenta hacernos ver que dentro del caos existe una organización, y eso es lo que intenta explicar en este libro.
Gilles Clément
Gilles Clément es jardinero, entomólogo, arquitecto paisajista, ingeniero agrónomo, botánico y por supuesto escritor y novelistas. Enseña en la Escuela Nacional Superior de Paisajismo de Versalles, ¡Vamos, que sabe de lo que habla!. Sus obras surgen de la observación de un paisaje en continua evolución. Gilles, en lugar de coger y establecer un sitio en un jardín a las flores, para organizar la creación, este jardinero deja que la naturaleza actuar libremente. Así, se verifica en las plantaciones un «rediseñarse» permanente: la forma del jardín no será la misma en la próxima floración.
En sus trabajos Gilles busca que las especies interactúen entre ellas, que se mesticen, originando nuevas especies. Gilles da la misma importancia a las llamadas malas hierbas que las especies más raras y buscadas del planeta. Este jardinero integra la globalización del mundo actual mediante la «planetarización» de la tierra como jardín, es decir, como lugar de vida: «Muestro la diversidad extrema que existe sobre el planeta».
Gran premio de paisaje
Por sus teorías tan innovadoras, Gilles Clément recibió en 1998 el Gran Premio de Paisaje, o Comendador de las Artes y las Letras. Además, se encarga de cuidar algunos de los jardines más prestigiosos de Francia, a todo esto se suma un sin fin de publicaciones sobre paisajismo floral.
El Jardín en Movimiento
Por todo esto, Gilles decidió explicar en «El jardín en movimiento» parte de su visión de la vida, que plasma en sus creaciones. Un jardín en movimiento enseña a ver vida donde solemos ver caos. Los hombres han viajado y con ellos las plantas. De esa mezcla que acerca continentes nacen nuevos paisajes que el hombre ordena. El orden, como la limpieza, tranquiliza. También en el jardín el desorden se percibe como una derrota, como una pérdida del poder del hombre. Sin embargo, el orden vegetal, como el biológico, no es cartesiano. ¿Cómo entender que cuando la naturaleza reconquista un espacio no se produce un espacio degradado?
En este célebre ensayo, Gilles Clément se aleja de forma radical de este enfoque y aporta una de las reflexiones contemporáneas sobre el paisaje y los jardines más interesantes de la disciplina. El jardín en movimiento sostiene que los jardines y el paisaje no son espacios estáticos que deben controlarse, sino lugares donde la naturaleza debe seguir su curso, donde las especies vegetales deben instalarse de forma espontánea y desarrollarse libremente de modo que la experiencia estética surja de la contemplación de los propios procesos espontáneos de sucesión biológica. La labor del jardinero ya no consiste en domesticar la naturaleza mediante la imposición de un punto de vista predeterminado y estricto, sino en conocer las especies y sus comportamientos, observar las dinámicas naturales y la corriente biológica que anima el lugar para orientar y explotar al máximo sus características naturales. Cómpralo aquí.