Ahora que la naturaleza se torna a tonalidades más cálidas. Muchos os preguntaréis ¿Si las hojas de los árboles antes eran verdes, por qué ahora son amarillas? La principal causa es la disminución de horas de sol para realizar la fotosíntesis. Pero para explicaros los colores del otoño previamente tengo que haceros una breve explicación sobre la fotosíntesis.
Investigación sobre la fotosíntesis
La investigación sobre la fotosíntesis empezó pronto en la historia de la biología. En 1770 Joseph Priestley realizó una serie de experimentos, en los que demostró que las partes verdes de las hojas “restauraban el aire”. Este trabajo llevó al descubrimiento del oxígeno. Una vez conocido que la fotosíntesis se produce en las zonas “verdes” de las plantas, los biólogos se centraron en conocer qué orgánulo realizaba esta acción. En 1881 Theodor Engelmann descubrió los cloroplastos.
Pigmentos y radiaciones luminosas
La parte encargada de absorber las longitudes de onda de las radiaciones luminosas, son los pigmentos de las membranas tilacoidales. Estos pigmentos solo absorben determinadas longitudes de ondas y transmiten o reflejan otras. Las hojas de los vegetales tienen ese color verde, porque reflejan las longitudes de onda que no se absorben, de ahí el nombre del pigmento, clorofila (verde-hojas). Por eso también vemos los objetos de un determinado color, porque radian esa longitud de onda.
La fotosíntesis convierte la energía electromagnética en energía química útil para la planta.
Los pigmentos de las plantas, el origen de los colores del otoño
En las plantas no solo se encuentran las clorofilas, sino que existen otro tipo de pigmentos como son los carotenoides. La clorofila absorbe las regiones del espectro electromagnético correspondientes del azul y rojo, reflejando las longitudes correspondientes al verde. Los carotenoides, sin embargo absorben la región del azul y del verde, por ese se ven de color amarillo, naranja o rojos, porque reflejan esta tonalidad.
Clorofila
Los investigadores han demostrado que la clorofila es el principal pigmentos fotosintéticos. Los carotenoides son unos pigmentos fotosintéticos secundarios, que también absorben luz solar. Las radiaciones que reciben las convierten también en energía, que transmiten al cloroplasto.
Con la llegada del frío las horas de luz se reducen y las plantas tienen que proteger sus ramas. En este momento surge una capa coriácea entre la rama y el pecíolo de las hojas. Esta capa protege de las heladas a las plantas, en cambio, interfiere en el intercambio de nutrientes entre el tronco y las hojas. Por lo que la producción de clorofila disminuye y aumenta la cantidad de xantofilas y carotenos. En otoño, cuando las hojas de los árboles de hoja caduca empiezan a morir, la clorofila se degrada. Las longitudes de onda reflejadas por los carotenoides y otros pigmentos que quedan, convierten a los árboles septentrionales en una espectacular exhibición de amarillos, naranjas y rojos.
Carotenoides
Los carotenoides, al absorber las longitudes de onda que no absorbe las clorofilas, aumenta el rango de longitudes de onda que pueden producir energía para la fotosíntesis. Otra de las funciones de los carotenoides, casi más importante, es que muchos herbicidas inhiben la función de las enzimas presentes en los carotenoides, con lo cual la planta termina muriendo. Por lo que se puede decir que los carotenoides tienen también un efecto protector sobre la planta.