Hoy, 21 de diciembre, llegará el solsticio de invierno de manera oficial, el invierno al hemisferio norte. Cada año las estaciones entran a una hora y un día diferente, esto se debe a que la Tierra no tarda concretamente 365 días en dar una vuelta completa alrededor del sol. Los cálculos para saber cuándo entra cada año una estación en la península ibérica los realiza el Observatorio Astronómico Nacional.
Solsticio de invierno
El 21 de diciembre comenzará el invierno 2024, y se prolongará hasta el 20 de marzo de 2025, momento en el que ocurrirá el equinoccio de primavera. Además, de ser los días más cortos del año, también es la estación más corta. Durante el invierno, las temperaturas son frías (aunque cada año menos por el cambio climático), los paisajes y especies vegetales están hibernando, y las noches son largas. A partir del 21 de diciembre, las horas de sol comenzarán a aumentar.
Hay un 50% de probabilidad de que sea una estación más cálida de lo normal. De hecho, los últimos cuatro inviernos han sido los más cálidos desde que hay registros. Respecto a las precipitaciones, se espera una estación más seca de lo normal.
Pese a que pueda parecer una estación triste, es un momento lleno de oportunidades. Es el momento de disfrutar de un buen libro con una taza de chocolate, te o café. De admirar el campo en su versión dormida. Es tiempo de disfrutar de las tradiciones del invierno y por supuesto de la astronomía, si la meteorología lo permite.
¿Por qué cambian las fechas del solsticio y del equinoccio?
Como anteriormente os he comentado, la entrada de una nueva estación se produce un día diferente porque la Tierra no tarda exactamente 365 días en dar una vuelta completa al sol. Pero por paradójico que parezca el causante de las estaciones del año no es nuestra posición respecto al sol. Si no a la posición del eje de rotación de la tierra sobre ella misma. La tierra tiene dos movimientos: uno de traslación (giro alrededor del sol) y otro de rotación (gira sobre si mismas). Pero este eje de rotación no es perpendicular a la elipse que describe la tierra en su movimiento de traslación. Si no que este eje de precesión es como máximo de unos 23,5º grados y esta inclinación de la tierra es la que produce las distintas estaciones del año.
Perihelio
Paradójicamente en invierno es cuando la tierra está más cerca del Sol, 147 millones de kilómetros Pero en el hemisferio norte estamos en invierno porque los rayos procedentes del sol se distribuyen en una zona más amplia del territorio. Supongamos que del sol emite su luz como si fuera un disco, pues este disco cuando llega a la tierra en invierno, este disco solar debido a la inclinación de la tierra se tiene que repartir en una zona más amplia de terreno que en verano. En otros post he explicado esto manera más amplia, así que os invito a que lo leáis.
Curiosidades sobre el solsticio de invierno
Este cambio de estación viene acompañado de algunas curiosidades. Ahora os voy a contar algunas de ellas:
El día más corto del año
El día del solsticio, sea cuando sea, es el día más corto del año. Esto quiere decir que la diferencia entre el día y la noche es máxima. Aproximadamente, unas 10 horas de diferencia, frente al verano que hay 15 horas de diferencia.
Sol quieto
La palabra solsticio proviene del latín «solstitium» que significa «sol quieto». Durante el día del solsticio de invierno y los de alrededor parece que el sol no se mueve en el cielo.
Tradiciones
Al igual que en primavera, el solsticio de invierno trae muchas tradiciones. Por ejemplo, en Roma se celebraba la Saturnalia, una fiesta en honor a Saturno, dios de la agricultura. En la antigüedad, esta época de oscuridad se concebía como un «renacimiento del sol», un tiempo en el que el sol coge cada vez más fuerza y vence a la oscuridad.
Los países nórdicos tienen una gran cantidad de creencias en torno al invierno. En rincones de Finlandia, Noruega y Suecia se celebra el culto a la diosa Beiwe, protectora de la felicidad, la salud y el Sol.
En Japón, Amaterasu, diosa del sol, es la protagonista del mito sintoísta. Amaterasu, se encerró en una cueva tras un conflicto con su hermano Susanowo, quien mató al potro del cielo y lanzó su piel a su habitación. Esto sumió al mundo en oscuridad, hasta que los dioses, con humor y un espejo, lograron que saliera. Fascinada por su reflejo, Amaterasu devolvió la luz al mundo. En invierno, los japoneses purifican sus hogares y hacen ofrendas en honor a este triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Para las sociedades antiguas marcaba un importante hito porque la llegada del invierno suponía una reducción en la cosecha. Por ello se sacrificaban animales para no tener que alimentarlos y consumir ellos los alimentos que se le hubieran suministrado a estos. Por lo que además suponía el fin del consumo de carne fresca. Estos eventos astronómicos ya eran controlados por los antiguos gracias a la construcción de características edificaciones, como son: Stonehenge (en Gran Bretaña) y Newgrange (Irlanda).